El miedo a la posibilidad de ser víctima de un
delito en los espacios públicos no responde al riesgo real de victimización que
hay en ese espacio, a las tasas reales de delito en esos espacios sino a otras
dinámicas que tienen que ver con aspectos psicosociales y psicoambientales.
En
los últimos tiempos nos hemos interesado especialmente por las conductas que
los sujetos realizan para evitar ser víctima de delito incluso en lugares donde
el riesgo no sea muy alto. Nos interesa por cómo pudiera afectar a lo que
llamamos democratización del espacio público:
que voluntariamente renunciemos a nuestro derecho de utilizar todos los
espacios para protegernos de una amenaza que percibimos.
OTRA HOJA